Si hay algo que debemos tener en claro es que la cocina chilena – o mejor dicho cocinas chilenas – es mucho más que una simple combinación de ingredientes y sabores: representa un legado cultural que se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose en parte fundamental de nuestra identidad nacional.
Por este motivo, el rescatar y preservar esta memoria culinaria es vital para mantener viva esta identidad y fortalecer los lazos con nuestras raíces culturales. A través de ella podemos explorar historias, tradiciones y modos de vida pasados. ¿Por qué? porque cada plato cuenta una historia y representa una conexión con el pasado que ha sido transmitida en forma oral. En nuestro caso, lo anterior quedó plasmado en los testimonios que un grupo de personas mayores compartió con nosotros durante el recorrido que realizamos por toda la Provincia de Colchagua.
Es por ello que cuando preservamos nuestras recetas tradicionales y las diversas técnicas culinarias, no solo estamos conservando la herencia de nuestros antepasados sino que también transmitiéndola a las futuras generaciones.
También hay que destacar que la gastronomía juega un papel importante en la cohesión social y la creación de identidad. Los encuentros alrededor de la mesa son momentos de compartir, celebrar y fortalecer los lazos familiares y comunitarios. Las cocinas chilenas nos unen como sociedad y nos permiten valorar y respetar las diferencias regionales y culturales dentro del país. Es a través de ellas que nos relacionamos, compartimos historias y generamos sentido de permanencia.
Por este motivo es fundamental llevar a cabo acciones para preservar y promover la gastronomía nacional como patrimonio cultural inmaterial. Esto implica documentar y recopilar recetas tradicionales, investigar técnicas culinarias ancestrales, rescatar productos locales, fomentar su consumo y promover la educación gastronómica en actuales y futuras generaciones. Asimismo es importante valorar y apoyar a los pequeños productores, agricultores y pescadores locales, quienes desempeñan un rol primordial en la sostenibilidad de nuestra alimentación.
Tenemos claro que nuestra gastronomía es mucho más que una experiencia culinaria: es un tesoro cultural que refleja nuestra historia, tradiciones y diversidad. Creemos que al rescatar esta memoria culinaria y promoverla como patrimonio cultural inmaterial no solo estamos conservando nuestra identidad sino que estamos fortaleciendo la cohesión social y generando un mayor aprecio por nuestra rica y variada gastronomía. Es tarea de todas y todos mantener vivas nuestras cocinas y disfrutar de los aromas, saberes y sabores que nos conectan con quiénes somos.